Del 18 al 22 de agosto de 2003 la CIDH condujo una visita de trabajo a Haití por invitación del Estado. La delegación inició sus actividades en Port-au-Prince y luego se trasladó a Cap-Haitien y Gonaïves para observar en el terreno la situación de derechos humanos centrada particularmente en la administración de justicia, el Estado de derecho y la impunidad. Durante la visita, se reunió con funcionarios del gobierno de Haití y con representantes de organizaciones políticas y de derechos humanos. La Comisión Interamericana tomó nota de las dificultades que enfrentaba Haití, particularmente las graves carencias económicas y la persistente y tensa crisis política. La CIDH reiteró su profunda preocupación por la situación de derechos humanos en el país, específicamente respecto a los derechos a la libertad y la seguridad personales; a las garantías judiciales y a la protección judicial. Más específicamente, observó que los arrestos no siempre se efectuaban de acuerdo con la ley y los procedimientos aplicables, y que las personas eran detenidas por períodos más prolongados que los admitidos por la legislación interna. Además, destacó que con frecuencia las personas tenían dificultades para recurrir a un tribunal competente que decida en torno a la legalidad de su arresto o detención.