El 3 de octubre de 2013 la Comisión Interamericana condujo una reunión en su sede en la que recibió a Clifford Sloan, Enviado Especial para el Cierre de Guantánamo en el Departamento de Estado de Estados Unidos, funcionarias y funcionarios de la Oficina del Fiscal en Jefe y de la Oficina del Jefe de la Defensa para las Comisiones Militares, representantes legales de detenidos en dicho sitio, un perito médico y psiquiátrico que había actuado en varios casos relacionados con tales detenidos, representantes de organizaciones de la sociedad civil, academia y miembros de la oficina del Relator Especial de Naciones Unidas sobre la tortura y otros tratos o penas cueles, inhumanos o degradantes. El objeto de la reunión fue recibir información especializada para la preparación del informe de la CIDH titulado “Hacia el cierre de Guantánamo”, que fue publicado el 30 de junio de 2015. Dos meses luego de la llegada de los primeros prisioneros a dicho centro de detención en enero de 2002, la CIDH había exhortado al Estado que asegurara la determinación de la situación jurídica de los detenidos por una autoridad competente, a fin de aclarar el régimen legal aplicable y los derechos correspondientes. En su informe de 2015, la Comisión Interamericana indicó que “la detención continuada e indefinida de individuos en Guantánamo sin derecho al debido proceso es arbitraria y constituye una clara violación del derecho internacional; y que la detención con el único propósito de obtener información de inteligencia constituye una violación del Artículo I de la Declaración Americana”.